Por fin llegaron los Reyes Magos …


Agua… y con ellos, los regalos y el último exceso navideño. Se acabaron los turrones, el mazapán y los polvorones -de estos aún me queda alguno-. Llega el tiempo de iniciar los propósitos marcados para el nuevo año, o alguno no marcado; de retomar los hábitos y de reconciliarnos con nuestro cuerpo, de sanearlo. Los agradables recuerdos de la Navidad no finalizan hoy, perduran a lo largo del año, bien sea a través de los regalos recibidos, bien por los kilos ganados -no el la Lotería, desgraciadamente en mi caso- que nos acompañarán durante algún tiempo.

Pero la díéta no tienes porque ser triste. Para ayudaros, he decidido preparar un menú colorido, el cual os adjunto.

Consomé de primero, de segundo arroz con verduras y carne, de postre tarta de almendra y, para beber, agua.  Pero hoy sólo os voy a hablar del agua, no sea que os empachéis de nuevo.

DATOS DE LA FOTO. ISO 400. 1/8″. f/7.1. 105 mm. WB AUTO (ligeramente corregido en post proceso hacia un valor algo más cálido. Enfoque manual. Exposición manual. Trípode. Disparador remoto. Dos flashes. Gel CTB y gel rojo. Snoot en uno de los flashes. Fondo de tela negra ligeramente arrugada para que hiciese pliegues. Reflector blanco a la derecha de la imagen. Exposición de los flashes manual en dos grupos. 

Pues eso. Si dispusieseis de todo este material, ¿seríais capaces de replicar la foto? Yo creo que sí. La parte más complicada sería ajustar la intensidad de cada uno de los flah, pero es una cuestión de paciencia, quizá un valor seguro para practicar fotografía. Ajustad primero una luz y cuando obtengáis el resultado que queréis, introducid la otra. No lo hagáis todo al mismo tiempo, al menos hasta que no tengáis soltura en el manejo de las potencias de los flashes.

La copa descentrada y algo cortada, ¿y por qué no? He dejado sitio para que me pongan las aceituna a su lado. -Pero, ¿es agua o ginebra? 😉

Espero que os guste.

 

 

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