Nuestra historia


Muchas veces, de niño, me he subido en un carro tirado por vacas. Me hacía ilusión ir subido en tal vehículo, un trecho corto, desde las cuadras hasta las zonas de pasto; apenas unos pocos kilómetros. 

El retorno era menos ilusionante, ya que el carro volvía lleno de pasto y nosotros andando. 

Modernidases de otra época.

4 comentarios

Deja tu comentario